Ser Profesional Fonoaudiólogo
Hoy en día, la Fonoaudiología, cumple un papel fundamental en
la capacidad del entendimiento humano. Es un regulador que ayuda a la comunicación
entre los hablantes, encargándose de la prevención, evaluación, diagnóstico y
de la rehabilitación de algún trastorno o complejidad del lenguaje. No obstante, el ser
fonoaudiólogo, no sólo implica atender a un paciente, o usuario, y ofrecerle tratamiento,
sino que involucra variados aspectos, los cuales se expondrán a continuación.
El
profesional debe establecer una relación de confianza con su paciente, una
relación que vaya mas allá de la terapia, es decir, debe crear un vínculo con el
cual podremos “conocer” a la persona en cuestión. En consecuencia, eso nos
ayuda a evaluar la mejor forma de poder abordar su trastorno desde un enfoque
integral, considerando las variables que pueden provocar o fomentar su
trastorno, como las relaciones familiares, su entorno social, sus enfermedades,
limitaciones e incluso sus problemas personales. Asimismo, el ser fonoaudiólogo
implica estar abierto a una retroalimentación, ya que como seres humanos
debemos aprender a superarnos y a mejorar. Hay que tener presente que también
los pacientes nos enseñan, ya sea, por diferencias de culturas, creencias,
formas de vivir, e incluso, por entornos sociales diferentes; lo que nos hace
conocer realidades distintas a las nuestras. Por tanto, debemos respetarlos utilizando
la empatía y paciencia, para poder lograr avances significativos en los
pacientes.
Además, uno de los aspectos más importantes que debiese
desarrollar un fonoaudiólogo es exigir cambios sociales que impidan la
discriminación hacia las personas y la premeditación estatal a formar
individuos de alta, media y baja capacidad lingüística para cada sector
económico. Entonces, esta carrera consiste en amar a las personas, respetar sus
necesidades y sus derechos. En otras palabras, ser una persona que busca el
bien común.
Para
concluir, un(a) Fonoaudiólogo(a) es ser un
profesional humano y empático que sabe ponerse en el lugar del otro sin
importar las diversidades económicas y sociales, que conoce la importancia de
la dignidad humana y el significado que esta representa. Es entregar una
parte de ti, enseñando como un profesor, evaluando como un médico, averiguando
como un trabajador social, conteniendo, guiando y aconsejando como un psicólogo
o un familiar; entregando un tratamiento como un terapeuta; y además tomando
decisiones, que deben velar por el bien del paciente de una manera equilibrada
en relación a su cosmovisión. Para ello, el profesional tiene que basarse en valores, ética, bioética, justicia, y
moral. De ahí que, en un sentido metafórico, ser
fonoaudiólogo significa ser ambicioso de nobleza, de entrega y de interés, que
otorga un servicio por vocación para el beneficio de otros, más que entregar herramientas
se entrega esperanza y compromiso.